Pronunciación

Un Problema Muy Complejo y Confuso

El debate sobre cómo pronunciar el hebreo bíblico puede ser muy confuso. Algunas personas tienen opiniones fuertes sobre esto, pero la mayoría no tiene ni idea de cuán complejo es el problema. Nosotros dos hemos estudiado mucho sobre lingüística y hebreo (Beth hizo un máster en lingüística, y está trabajando en un doctorado en lingüística hebrea), por lo que haremos lo mejor para ayudarte a entender por qué la pronunciación histórica del hebreo no es tan simple, y por qué lo pronunciamos como lo hacemos en nuestros vídeos.

Enormes Cambios

Para entender bien el problema, tomemos algunos ejemplos del español. El español es un idioma que proviene en su mayoría del latín. Si tú querías decir (en latín), “¿cómo estás?”, debías decir “Quid agis?”. Aunque las letras eran las mismas que hoy en día, la pronunciación era completamente diferente. Si nos vamos al castellano medieval, ¿sabrías decir lo que significa la siguiente frase?: “En ti crovo al ora, por end es salvo de mal” (extracto del Cantar de mio Cid). Probablemente no. Su significado es: “En ti creyó entonces, por ende fue salvado de mal”. Podemos observar así, lo mucho que ha cambiado el idioma en unos pocos cientos de años. Incluso el español posterior, llamado español medio o áurico, sería muy difícil de entender y pronunciar. Lo que queremos decir es que el español ha sufrido cambios masivos en los últimos mil años en escritura, gramática, pronunciación y en el significado de las palabras (puedes leer más sobre el tema aquí). ¡Por tanto, piensa cuánto ha cambiado una lengua como el hebreo en 3 o 4 mil años! Sí, mucho más de lo que podemos imaginar.

Falta de Grabaciones de Audio

Obviamente no tenemos grabaciones de audio que indiquen la manera de hablar de Abraham o Moisés. ¡Es por esto que simplemente no podemos reconstruir la pronunciación de hace miles de años! Simplemente. No. Sabemos. Claro que los lingüistas eruditos pueden formular sus hipótesis, pero al fin y al cabo solo son eso: conjeturas. Tenemos más información acerca de la pronunciación del hebreo en las épocas más tardías, como por ejemplo cuando los escribas masoretas inventaron el sistema de puntuación de las vocales en torno al 600-900 d. C., pero mientras más retrocedemos a los tempranos años de la composición de la Biblia, es menos lo que sabemos. Así que, si bien es cierto que lo mejor que podemos hacer con el sonido de castellano antiguo de hace mil años es sacar suposiciones educadas, es todavía menos lo que sabemos acerca de cómo se escuchaba David al leer la Torá. No podemos llegar a tener más que una teoría porque no hay grabaciones.

Cambios de Escritura

El hebreo, al igual que el español, sufrió cambios de la escritura a través de los años. El alfabeto hebreo que vemos hoy día no se parece para nada a la manera que se escribía originalmente (aquí y aquí puedes ver tablas y ejemplos). Las letras que usó Moisés para escribir Génesis fueron totalmente distintas a las que empleó Daniel. Esto implica que el alfabeto que enseñamos nosotros y que se encuentra en la Biblia hebrea impresa no es la forma más antigua del alfabeto hebreo. Al contrario, la Biblia hebrea ha venido actualizándose a través de los siglos con el uso del nuevo alfabeto, nuevas palabras y nuevas pronunciaciones que estaban en constante cambio.

Cambios en la Pronunciación y la Gramática

Volviendo al español, hace solo cuatrocientos años, se utilizaba la palabra siniestra para referirse a la izquierda, algo que actualmente no usamos en ningún caso. ¡Además, tanto los acentos como las pronunciaciones de las palabras eran completamente diferentes a las nuestras (por ejemplo, la c y la z eran pronunciadas como una ts; mientras que la g y j se pronunciaban como una y actual)! Podemos notar en películas de ochenta años atrás, en blanco y negro, que las palabras que utilizan (e incluso algunas pronunciaciones) son diferentes a las nuestras. También observamos que en España, México, Argentina, Ecuador, Colombia… podemos encontrar diferentes acentos, gramáticas y significados para una misma palabra. Por tanto, ¿cuál es el español más “preciso”, “original” o “auténtico”? ¡Puedes pensar que el español de España o el de cualquier país latinoamericano (por conservar, entre otras cosas la forma “vos” que el castellano omite) por supuesto! Bueno, tendrías razón… y te equivocarías (puedes leer más acerca del tema aquí). Además, hay muchas conjeturas que entran en juego. ¿Comienzas a entender cuán complicada puede ser la pregunta acerca de lo “más auténtico”? ¿Sobre todo cuando no tenemos grabaciones del español original?

El Acento Correcto es el MÍO

Como mencionamos brevemente arriba el acento varía entre los hispanohablantes dependiendo de la región. Uno puede escuchar atentamente a los que hablan en un lugar público y percibir sin lugar a dudas si una persona es de México, Cuba, Colombia, Argentina, o España. Es más, se puede decir lo mismo internamente de cada país. Ecuador es un país pequeño pero tiene tres dialectos muy distintos y esta página de Wikipedia describe algunos subdialectos de importancia. ¡De igual manera los que hablaban el hebreo antiguo tenían suficiente variación entre sus acentos como para que alguien los matase! ¿Recuerdas la historia de Jueces 12? Las tribus israelitas de Efraín y Galaad se peleaban entre sí, y aparentemente hubo una distinción grande en su pronunciación de cierta letra:

Y los galaaditas tomaron los vados del Jordán a los de Efraín; y aconteció que cuando decían los fugitivos de Efraín: “Quiero pasar”, los de Galaad les preguntaban: “¿Eres tú efrateo?” Si él respondía: “No”, entonces le decían: “Ahora, pues, di Shibolet”. Y él decía “Sibolet”; porque no podía pronunciarlo correctamente. Entonces le echaban mano, y le degollaban junto a los vados del Jordán. Y murieron entonces de los de Efraín cuarenta y dos mil.

Ahora, ten en cuenta que esto fue muy poco después del Éxodo, y ya se desarrollaban grandes diferencias en pronunciación entre estas tribus aunque no se encontraban a mucha distancia. ¡Imagínate los cambios extensos que ha sufrido el hebreo a través de miles de años, dos exilios en naciones con otro lenguaje, y luego la diáspora por toda Europa! ¿Captas la idea? Nadie puede decir que sabe cómo sonaba el hebreo original. Y si alguien pudiera tener acertada la pronunciación de Abraham, por ejemplo, ¿debemos seguir su modelo o él de Moisés? No te olvides que Moisés vivió más de cuatrocientos años después de Abraham, y se crió en una familia egipcia, cosa que habrá ocasionado efectos grandes en su pronunciación (similar al caso de los niños hispanos que crecen en EEUU y muchas veces tienen acentos distintos a los niños mexicanos).

¿Sin Vocales?

El hebreo se escribía originalmente sin vocales, lo que también complica nuestra reconstrucción de cómo debió haber sonado originalmente. Nuestros textos más antiguos como los de los Manuscritos del Mar Muerto no incluyen vocales. El sistema de vocales no fue desarrollado para el hebreo hasta unos tres mil años después de Abraham, entre el 600 y el 900 d.C. Tenemos evidencias de tres sistemas diferentes: “babilónico”, “palestino” y “tiberiano”. El sistema tiberiano (que más tarde se convirtió en el estándar) tiene siete símbolos vocálicos diferentes, los cuales usamos hoy en día. El babilónico tiene seis, y el palestino cinco. Si estás interesado en leer más sobre el sistema tiberiano de los Masoretas, aquí hay dos volúmenes gratuitos en inglés del hebraísta Geoffrey Khan: Volumen 1, Volumen 2.

Un Caos de Pronunciación

Ha habido varias influencias externas al hebreo. El pueblo de Israel fue exiliado a Babilonia donde eran dominantes el arameo y el acadio, y puedes imaginarte que esto tuvo un gran impacto en su lenguaje. Siglos después, esto resultó en una fuerte presencia del arameo en Judea durante la época de Jesús (adicionalmente al hebreo y griego; puedes investigar más con este documento en inglés). Además, muchos israelitas se quedaron en Egipto después del exilio, donde se hablaba bastante griego. Así que había mucha influencia lingüística de parte de otros idiomas en los siglos precedentes al tiempo de Jesús.

Después de que los romanos destruyeron el segundo templo en 70 d. C., los judíos fueron dispersados aun más por todo el mundo. Esto produjo una locura de pronunciación del hebreo en todas partes. De repente se transformaba drásticamente por su contacto con varios otros lenguajes (lee sobre la diáspora aquí). Hoy, muchos siglos después, se han quedado tres mayores sistemas de pronunciación tradicionales que se usan en las sinagogas alrededor del mundo: asquenazí, sefardí, y teimani. (La comunidad samaritana también preserva su propia pronunciación hebrea muy distinta de estas tradiciones judías.)

Ahora, ¿cuál de estos tres sistemas de pronunciación es más “correcto”? Otra vez, hay que recordar que no tenemos grabaciones de audio del hebreo original. Con criterios lingüísticos es totalmente imposible decidir cuál es mejor, pero la disciplina de la lingüística histórica nos hace concluir que cada uno tendrá elementos del hebreo antiguo mezclados con algunos cambios introducidos. Por ende no es útil preguntar “¿cuál es más correcto?” por ser una pregunta incontestable.

El Hebreo Moderno

El padre del hebreo moderno, Eliezer Ben Yehudah, adoptó la pronunciación sefardí de las vocales (un artículo interesante en inglés sobre esto aquí). Sin embargo, los judíos europeos tenían dificultad con la pronunciación de las consonantes hebreas de los sefaradim (particularmente con la ע y la ח), y por esto optaron mas bien por la pronunciación asquenazí para las consonantes, en combinación con las vocales sefardís. Así que el hebreo moderno es una mezcla de tradiciones que son una mezcla de tradiciones que son una mezcla de otras tradiciones que han evolucionado a través de los milenios. ¡Vaya! ¿No ves qué tan difícil es definir “la pronunciación del hebreo antiguo”?

Enseñando Hebreo Bíblico el Día de Hoy

De modo que cuando los estudios del hebreo deciden enseñar hebreo bíblico, no tienen una pronunciación estandarizada que puedan elegir. Esto les lleva a tres opciones principales: 1) usar la pronunciación del hebreo moderno, 2) usar una de las tres tradiciones mencionadas anteriormente o 3) crear su propia pronunciación híbrida. Analicemos los pros y los contras de cada una:

1. Uso de la Pronunciación del Hebreo Moderno

Esta opción es atractiva porque es usada por millones de personas, y mantiene las cosas de una forma simple: una pronunciación para ambos, el moderno y el antiguo. Pero las desventajas son que podrás ser criticado por no enseñar hebreo bíblico, debido a que suena como el moderno. Del mismo modo, la pronunciación moderna no distingue entre letras como ע and א or ח and כ, lo que puede ser confuso para un estudiante principiante, especialmente si intenta aprender vocabulario escuchando.

2. Usar Una de las Tres Tradiciones

Una de las ventajas de estas tradiciones es que es posible encontrar grabaciones de la Biblia hebrea usando su pronunciación ya que tradicionalmente ha sido la forma en que los judíos pronuncian cuando leen la Biblia, incluso aunque en su día a día hablen hebreo moderno (algo así como las personas a las que les gusta leer obras originales en castellano antiguo, a pesar de que no hablarían así en su día a día). De este modo existe la ventaja de que son históricamente aceptadas por muchos judíos como formas “oficiales” de pronunciar el texto bíblico. Finalmente, no tienen las desventajas del hebreo moderno mencionadas anteriormente. Pero un inconveniente es que estas tradiciones siguen sin ser exactamente como la gente supone que sonaba el hebreo antiguo, pueden tener algunos sonidos que son más difíciles de pronunciar para personas de otros países, y no son consistentes en su pronunciación de ciertas distinciones de letras (el hebreo moderno es peor). Por ejemplo, la pronunciación sefardí no distingue entre ד y דּ o ת y תּ, mientras que sigue distinguiendo entre ב y בּ, etc. También faltan ciertas distinciones vocálicas, sobre las que puedes leer en inglés aquí.

3. Inventar Tu Propia Pronunciación Híbrida

La ventaja de este método es que uno puede adaptar el hebreo a sus propios límites de pronunciación. Por ejemplo, si prefieres pronunciar la ז como la ‘s’ del español latinoamericano lo puedes hacer. O si prefieres pronunciar la ו (vav) y la ב (bet sin daguesh) como la b del español tienes esta posibilidad sin que tengas que aprender nuevos sonidos a los que estás acostumbrado. Muchos profesores en EEUU actúan de esta forma. Otra ventaja es que puedes incluir ciertas pronunciaciones si te quedas convencido de su importancia por su historia. Por ejemplo muchos optan por pronunciar la ו como la ‘w’ en vez de la ‘v’ [v] del hebreo moderno y sefardí. (Aunque no sabemos cómo Moisés pronunció esta letra, tenemos evidencia de la Septuaginta que fue pronunciada como [w] alrededor del tercer siglo a. C.) ¡Así que puede ser que tienes varios profesores en el mismo seminario que enseñan con pronunciaciones radicalmente diferentes dependiendo de sus elecciones! Pero hasta este punto en nuestra experiencia nunca encontramos un profesor de hebreo que emplee una pronunciación híbrida con total constancia. Por ejemplo, un profesor que queremos mucho usa [w] para ו, pero usualmente pronuncia la ע y la א de manera igual. Aunque hace una distinción entre ת y תּ (que no se hace en el moderno ni en el sefardí), elige no distinguir entre la כּ y la כ. Él y otros profesores que inventan sus propios sistemas de pronunciación razonan que no importa la pronunciación ya que el hebreo es técnicamente un lenguaje muerto y es imposible reconstruirlo con plena precisión. Esto les permite enseñar de la manera que consideran más cómoda y conveniente. Lo único que les importa es que el estudiante aprenda a leer, no hablar, ya que ahora no existen hablantes nativos del hebreo bíblico. Obviamente, la desventaja de esta opción es que se puede criticar por faltar constancia y por no tener representación en las tres tradiciones principales. Además el aprendizaje de un sistema híbrido posiblemente deja a alguien con una preparación inferior si quiere aprender el hebreo moderno también.

Cuál Hemos Escogido y Por Qué

Para Aleph con Beth elegimos la pronunciación Sefardí por cinco razones principales.

  1. Es una pronunciación pedagógica excelente que distingue entre ciertas letras más que el hebreo moderno.
  2. Tiene una fuerte y larga tradición como forma oficial de leer la Biblia hebrea, y fue la pronunciación preferida de Ben Yehudah, el renovador de la lengua hebrea. Además, a nuestro parecer suena más clásica o antigua.
  3. No está tan alejada del hebreo moderno como para que la gente se pierda completamente al escucharla.
  4. No tiene muchos sonidos difíciles. Se encuentra en un punto intermedio en términos de extrañeza y accesibilidad.
  5. Una de las razones más importantes es que existe una grabación de dominio público, gratis, clara y útil de la Biblia hebrea entera de Abraham Shmuelof, que  también está disponible como una app gratis y asombrosa. Como nos apasiona hacer llegar el hebreo a la gente de forma gratuita, queremos hacerlo compatible con otros recursos gratuitos, para que los estudiantes no se sientan confundidos por los diferentes acentos y la pronunciación cuando empiecen a consumir más contenidos.

Si eligiéramos reconstruir una pronunciación especulativa para representar algún momento de la antigüedad pero que fuera totalmente consistente, resultaría en algunos inconvenientes:

  1. Nuestros estudiantes estarían en una gran minoría de la comunidad hebrea, y tendrían mucha dificultad conversando sobre el lenguaje en los círculos académicos.
  2. Nuestros estudiantes quizás se quedarían abrumados por la cantidad de sonidos difíciles que les tocaría dominar. Por siglos esto no ha sido necesario para enseñar y hablar el hebreo, y no lo vemos como una carga que tiene que ser agregada a los estudiantes ahora.
  3. No existirían otros recursos disponibles para los estudiantes aparte de los nuestros con nuestra propia pronunciación reconstruida.
  4. Aunque tal vez nos daría motivo para jactarnos de que tenemos un sistema “más preciso históricamente”, al igual que todos los demás, nos correspondería admitir que tendríamos nada más que suposiciones educadas. Así que terminaríamos gastando mucho esfuerzo en algo que está lejos de ser cierto.

¿Qué hay del Nombre Divino?

Aunque nos esforzamos por ser totalmente coherentes con el sistema de pronunciación sefardí, reconocemos plenamente que somos incoherentes en nuestra pronunciación del nombre divino יהוה. Lo hacemos por dos razones principales:

  1. La pronunciación que ha ganado más aceptación en la comunidad académica de habla inglesa es “Yahweh”, así que queremos que los estudiantes se acostumbren a escucharlo ya que lo leerán en comentarios, etc. La forma más común de escribir este nombre en español es “Yahvé” y su pronunciación natural se aproxima a la del inglés.
  2. El nombre divino es especial, por lo que nos sentimos justificados al darle una pronunciación especial al usar el sonido [w] histórico de la vav.

Los que se preguntan por qué pronunciamos Yahweh en vez de decir adonai pueden leer nuestro libro exhaustivo en español sobre este asunto. Andrés también realizó una serie de podcast en inglés con siete partes que tratan este mismo tema. Puedes escuchar el primer episodio aquí.

En conclusión, esperamos que todo esto te ayude a ver que hemos considerado profundamente este asunto, y lo tomamos muy en serio. Y si hay alguien que lea esto y que esté con una opinión fuerte que nuestra pronunciación es de poca ayuda o poco convincente, esperamos que por lo menos respete nuestra decisión y admita que todas las opiniones acerca de la pronunciación hebrea se basan en mucha especulación. En este asunto todos debemos ser humildes, respetuosos y comprensivos unos con otros. ¡Shalom!